domingo, 18 de diciembre de 2011

Las Jornadas Educativas Itinerantes de Salud Mental , distritales

El gran maestro Humberto Rotondo, trajo al país, el modelo de clubs psicoterapéuticos, un tipo de terapia socializada. El estudió en Washington, en la famosa escuela de Sullivan. Los americanos desarrollaron la psiquiatría comunitaria y se dice que en Nueva York, el gran Parque es en Manicomio abierto, donde se desarrollan las llamadas Clínicas de la Calle. Esta son s in
modelos de psicoterapia que se implementan en los mismos lugares de la ciudad en los que están ubicados los pacientes psiquiátricos, muchos de los cuales son llamados Home Less.
Luego de la reunión de Caracas, y habiéndose firmado la famosa CARTA DE CARACAS DEL 90, a la que el Perú no asistió, se demandó priorizar las estrategias preventivas y de promoción, que , en un trabajo de un equipo de psicólogas Holandesas, asesoras del programa Hércules de la OMS, que está integrado por la participación de 186 países, señalaron que esta estrategia era importante y daba buenos resultados, inmediatos frente a los graves problemas que se desarrollan en la salud mental de países Europeo. En nuestros países se han implementado en Brasil, Argentina , Chile etc.
En el año 2004, cuando tuvimos a nuestro cargo la jefatura del servicio de salud mental comunitaria del HVLH, iniciamos un programa educativo , siguiendo lo propuesto por Rotondo, a partir de sus experiencias de Mendocita. Para ello coordinamos con las Omapeds distritales. Los invitamos a las clases de salud mental que dictábamos en la llamada Escuela de Salud Mental ( que hoy se llama Universidad de la vida), en el salón azul del HVLH.
Se estableció un acuerdo por el cual los municipios, a través de las Omapeds, pondrían un toldo, con 100 sillas, equipo de sonido, y la movilidad para el equipo terapéutico de unos 8 psicólogos, enfermera, asistenta social, médico, y coordinadora. Ellos también harían la propaganda , invitando a colegios y comunidad en general. El hospital ponía 8 carpas, 10 mesas y 40 sillas, pizarras, biombos, para armar un escenario de atención . En el toldo daría charla el médico cada hora y en las carpas atendían los psicólogos. El municipio también daría un almuerzo.
Una semana anterior a la actividad en un parque público, que se daba un día martes de 9 am.a 5 p.m. se desarrollaba una conferencia en el auditorio del municipio con participación de dirigentes de las diversas organizaciones de la comunidad del distrito. Allí el médico exponía el programa de salud mental y hablaba de la salud mental , su importancia y sus necesidades urgentes. Luego se formaba un comité de salud mental que se encargaría de llevar adelante el programa de salud mental distrital. Todo coordinado con la Omaped.
Se llevaron a cabo 14 programas, visitando 14 distritos, en casi 8 meses de trabajo.
El primero fue hecho en Magdalena. Tuvo su desarrollo en el parque central Tupac Amaru. Se calcula la concurrencia en unas 5 mil personas . Todas ellas rotan desde las 9 hasta las 5 de la tarde. Los colegios envían a sus promociones para recibir charla y orientación por horas, en cronograma establecido de antemano. Se considera que cada persona tiene un entorno de unas 20 personas entre familiares y amigos, lo que implica que son unas 100 mil personas las que logran tener un contacto con el evento de salud mental. Ello es plenamente satisfactorio, para una actividad de bajo costo. Al hospital solo le costaba 20 soles de petróleo por el camión que llevaba las cosas.
Era un éxito total. De allí se captó voluntarios para : formar promotores de salud mental a los cuales se les capacitó por dos meses, en clases semanales de 2 horas , los jueves en el salón azul y luego se les daba clases de terapia. Primero se les formaba como promotores de salud mental con el curso de dos meses y luego se les ofrecía un programa de formación de Psicoterapéutas Comunitarios. Estos tenían un programa de preparación de un año, para el primer nivel , luego dos años para el segundo nivel y tres años para el tercer nivel de psicoterapéuta.
Así se proponía tener persona adecuado para el trabajo en cada distrito.
El mes de noviembre, la dirección , a cargo de Elard Sanches, por gestiones del Presidente del cuerpo Médico, Rodriguez Monzón, y otros, concurrieron al pabellón 5 , del cual era jefe, y nos informaron que ya no seríamos : ni jefes del servicio de salud mental ni jefes del pabellón 5 del hospital. No nos dieron razones para ello.
Dos meses después, nos denunciaron ante la oficina del control interno. Lo cual superamos demostrando que de lo que nos acusaban era falso. La oficina de Control interno, nos felicitó por ser el único médico que desarrolló un trabajo de salud mental comunitario. La OPS nos había ofrecido apoyo, pero ello dependía de lo que opinara el director de salud mental del ministerio de salud, Ricardo Bustamante , el cual se negó a aprobar el programa ,por razones de que los ponía en evidencia de que ellos no tenían ninguna propuesta de salud mental para el país.

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