jueves, 15 de diciembre de 2011

La necesidad de un Departamento de Salud Mental en el HVLH

La Reforma de la atención psiquiátrica en América Latina, propugnado por la OMS, implica cumplir los acuerdos de la Carta de Caracas y los criterios de políticas de salud pública propuestos en el informe del 2001, sobre la realidad de la salud mental en el mundo.
En el primer documento se ha señalado que estamos frente a una epidemia de salud mental, la cual se va incrementando desde que no hay atención a los problemas que le dan origen. En el informe referido del 2001, se proponen políticas públicas . En ambos se propone la reforma de la atención. Ello implica que se priorice la prevención y la rehabilitación, se abran los hospitales para el ingreso de la comunidad y se haga una red de salud mental comunitaria en la que se incluya la participación de los hospitales generales con camas para hospitalizar y atención primaria en los centros de salud. Un aspecto importante es la de que se tenga poco tiempo a los pacientes en los hospitales y que se desarrollen modelos terapéuticos psicosociales, así como que se permita la participación de la comunidad, y se organicen grupos de apoyo, como asociaciones de familiares, y que ello se haga en cada distrito coordinado por las Omapeds.
El Larco Herrera está de espaldas a ésta reforma psiquiátrica, y quienes lo vienen administrando desde el 90, están boicoteando éste proceso por intereses personales y una total ignorancia de lo que la OMS propone.
Un documento de la OMS señala que hay dos enemigos de éste tema, en especial de implementar la salud mental en general, estos son : los médicos, que creen que perderán clientela y los laboratorios farmacéuticos , por temor a disminuir sus ventas.
En el Larco Herrera, el año 2004 se presentó un proyecto para crear un departamento de salud mental el cual sería el eje de reorganización del hospital, dándole prioridad a su funcionamiento , lo cual se enlazaría con la red de salud mental comunitaria a crear. Se hizo llegar un Mapro ha la dirección del hospital.
Se creyó conveniente hacer llegar una copia a la OPS, la cual respondió que podría darle apoyo y que ello requería que se haga llegar al director de salud mental del ministerio de salud , para que sea incorporado al programa nacional de salud mental. Se hizo esto, y lo increíble es que tal dirección, a cargo de Ricardo Bustamante se opuso, y llegó al extremo de dar cuenta a la ministra de salud. Ello se complicó cuando, el jefe del servicio de salud mental del hospital le pidió al congresista Diez Canseco, para que interponga sus buenos oficios ante la ministra. Ella pidió un informe al director de salud mental, y éste le contestó señalándole que no era procedente. La Ministra de entonces, Mazzeti, envió una carta al director de entonces señalándole que no era posible que un jefe de servicio se comunique con la OPS y con un Congresista. Luego el director, temeroso de su cargo y presionado por el grupo mafioso y el presidente del cuerpo médico , también del mismo grupo, pidió la renuncia del jefe de servicio y el ofrecimiento de ayuda de la OPS, quedó archivado.
En la comunicación del jefe de servicio, le pidió a la OPS apoyo para el departamento del hospital, y esta organización lo condicionó a que la dirección lo apruebe. Esta jefatura no lo aceptó y luego usó a la ministra, aliada de ellos , en tiempos de montesinos , para actuar contra el jefe de servicio.
No les interesó valorar la ayuda, el interés que tenía a favor de la comunidad, el que un organismo tan importante como la OPS le daba todo apoyo y traería expertos para implementarlo, como ha hecho e diversos países. La mafia no le interesaba, tenían sus propios planes, eran intereses ventrales, ganancias, negocios lucrativos con clínica, con universidades particulares, acuerdos con laboratorios, etc, etc. Todo ello dejó de lado la mejor oportunidad de que se trabaje la salud mental con un gran apoyo de un organismo mundial como la OMS que apoya a otros centros en caso de problemas médicos .
Hoy es urgente volver a tomar el caso, es urgente, más que nunca , que se le pida apoyo a la OPS y que se haga el departamento de salud mental comunitaria, para poder sacar al hospital de su actual situación de manicomio.
El país, ha visto como está el pabellón 4, cosa curiosa, son los mismos de la mafia, en su afán de que salga el ex director y poder poder a uno de ellos hicieron la denuncia, violando la intimidad de los pacientes con lo que dejaron claro que el tema no solo es rehabilitar el pabellón y otros, si no que se cambie el modelo de trabajo dentro del hospital y se camine hacia la reforma psiquiátrica, algo que ya se ha hecho en la mayoría de países suscritores de la carta de caracas. El Perú está a la cola de esta reforma, lo que perjudica a la sociedad en general y a los pacientes en especial. De nosotros depende.

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