Los culpables de que no se haga la reforma de la atención psiquiatrica en el Perú y la grave crisis de la salud mental

   

          Tienen que morir seres humanos abandonados, los más débiles, las personas con discapacidad mental para que recién se hable del tema de la salud mental . Hace poco se dio un reportaje sobre la situación de los enfermos mentales del pabellón 4 del HVLH, se vio , por primera vez al jefe de salud mental , con uno de sus ayudantes , Bromley Coloma , que visitaron el lugar, luego el director dijo que iba reorganizar dicho servicio, pero a la fecha no hay nada.
        La muerte, hasta ahora de 27 pacientes y otros tantos con graves quemaduras ha originado múltiples opiniones y soluciones, incluso han salido nuevas cifras sobre la realidad de la salud mental. Así , la Alcaldesa de Lima dice que  hay hasta 43 % de personas con algún tipo de enfermedad mental. Luego se dice que hay hasta 1 millon 300 mil personas adictas en general, de acuerdo a Cedro. Se dice que hay 400 centros para adictos, según,  la Defensoría del Pueblo, y que solo un 10 % son legales. En SJL , dice una de las gerentes, hay cerca de 100 comunidades clandestinas, pero que regulares solo son 7. La alcaldesa a informado que está haciendo un centro para atender estos problemas.
      Se ha dado a conocer que en los últimos días del gobierno aprista, y estando como presidente del congreso Zumaeta, se dió la ley 29737, debido a otro escándalo que se dio y que comprometía a otra comunidad de adictos cuyo director llegó a asesinar a su propia madre. La referida del , que solo tiene 7 artículos dice claramente que el Minsa es el responsable de dar los permisos de funcionamiento y el encargado de supervisarlos. También la ley de dio 60 días de plazo al minsa para que elabore el reglamento de funcionamiento de dichos locales. Tal documento no se ha terminado, y ello es explicable porque , al salir el Apra del poder, ingresaron a la dirección de salud mental gente del LARCO HERRERA, entre ellos Bustamante Quiróz, Bromley Coloma, Vilchez, y dejaron pasar el tiempo sin hacer nada , como siempre, y hoy estamos lamentando tal despreocupación que ha permitido la perdida de vidas de pacientes encerrados en condiciones inhumanas.
        Todo lo dicho es lamentable , porque demuestra que no están informados sobre la problemática de la salud mental. Es curioso como la globalización obliga a usar un solo modelo económico, el neoliberal, pero no se cumplen medidas de la OMS sobre salud mental. Desde el año 1990, se ha planeado la Reforma de la Atención de la salud mental en Latinoamérica y el Caribe. M uchos de estos países ya lo viene aplicando, menos nosotros. Lo cierto es que fué el régimen fujimontesinista el que dejó de asistir a la reunión de Caracas y por ello no firmaron la CARTA DE CARACAS , y no se adhirieron a la gran Reforma, lo que nos ha puesto en grave crisis que hoy lamentamos en las vidas perdidas y grandes grupos humanos, más del 36%, en proceso de deterioro, incluyendo los casi millón y medio de consumidores de drogas. Para ellos solo se cuenta con menos de 500 camas hospitalarias.
       La Reforma de la atención de salud mental implica dar preeminencia a la prevención y promoción, hacer rehabilitación con modelos psicosociales y tratamientos avanzados, con recursos nuevos, sin que permanezcan los pacientes mucho tiempo internados , garantizando igualdad de oportunidades, inclusión social y respeto a sus derechos humanos. Se trata de abrir las puertas de los viejos hospitales psiquiáticos y que los especialistas salgan a la comunidad . El tema es una epidemia. Se tiene que hacer una red de salud mental comunitaria, en el que las postas médicas, los centros de salud y los hospitales generales deben de atender ´pacientes , estos últimos deben poner camas a disposición de los pacientes y solo llegarán a los centros especializados los que no puedan resolverse en estos niveles previos. En la comunidad se harán centros de apoyo de la familia y la sociedad civil que integrarán al paciente a la sociedad.  Estas organizaciones de familiares participan activamente en la recuperación de su paciente.
       Para lograr esta reforma se han hecho eventos sucesivos : así en el año 1990, se firmó la carta de caracas, en el año 2001, la OMS sacó su informa sobre la realidad de la salud mental en el mundo, señalando las políticas públicas para atender éste problema , incluyendo una ley de salud mental , en el año 2005 se realizó en Brasilia la reunión para evaluar los 15 años de la aplicación de la carta de caracas, el año 2010, se dio la reunión de Panamá en la que se evaluaron los 20 años de la aplicación de la carta de caracas y se aprobaron 5 estrategias de acción  para enfrentar la problemática de la salud mental  y se estableció la década de la salud mental del 2010 al 2020, para llegar al 2020 , sin manicomios.
      En el Perú no se viene aplicando nada de lo anterior. Vivimos de espaldas a las medidas que propone la OMS, y a la saga de los países vecinos que nos llevan ya 20 años trabajando a favor de la salud mental de sus ciudadanos, reconociendo sus derechos a la salud mental en leyes claras.
     La atención de la salud mental es responsabilidad del estado, que debe dar los recursos y sobre todo establecer políticas públicas claras, urgentes , como una ley de salud mental . No leyes aisladas como la del Bullying, de los centros comunitarios , del feminicidio, del tabaco, etc, etc. que ven la salud mental como un rompecabezas, disperso. Es urgente una dirección de salud mental ejecutiva , que la salud mental sea incluida como parte del programa de salud general, y que haya decisión política para llevarla adelante .
     Con asesores como los que hoy hay en el Minsa, en especial gente que trabajó en el larco herrera del 90 al 2000, seguiremos viviendo estos graves dramas en la salud mental y esta se irá deteriorando cada vez más, tal como lo señala la OMS a través de sus investigadores y en sus importantes informes.
      Solo se trata de tomar las propuestas de la OMS , y adaptarlas a nuestra realidad para lograr detener esta gran  epidemia de salud mental que nos está asolando y dañando a los más débiles de la sociedad a los que tenemos la obligación de cuidar, como lo señala la Constitución anterior.