¿Qué hacer con las comunidades terapéuticas hoy?

         
           Se muestra una gran preocupación por lo que se debe hacer por cada una de las diversas comunidades terapéuticas a nivel nacional. Es un reclamo lógico por cuanto, por un lado se trata de seres humanos abandonados por el Estado y la sociedad en general, y la grave responsabilidad del gobierno, a través de su ministerio de salud , que no ha llevado un control de dichos centros y una fiscalización de lo que allí pasaba con los pacientes encerrados. El que no se haya terminado el reglamento es algo grave. No se justifica el que , como dice el ministro de salud, se dio un impase por cuanto no se podía decidir si ingresan contra su voluntad o previa aceptación del mismo paciente. Ello se pudo resolver si se llamaba a los expertos de la OPS , que les darían los criterios internacionales con lo que se maneja el tema.
        Lo que ha sucedido es que , el Minsa, no está participando de la reforma de la atención en psiquiatría desde el año 1990 . A la fecha se han dado varias reuniones, tanto en Brasilia , en el año 2005, y en Panamá , el año 2010, más el informe del 2001. En ninguna de ellas ha participado el país , y si lo hizo fue de manera poco comprometida, la prueba es que todos los acuerdos nunca han llegado a los especialistas , nunca se han difundido , no se ha hecho ningún informe sobre cada una de tales reuniones sobre salud mental. En estas condiciones el país está fuera de la más importante corriente de cambio en salud mental que se está dando en ésta parte del mundo. Es tan importante que ella se deriva del llamado Proyecto Hércules , organizado por la OMS, en la que participan más de 186 países del mundo. Es bueno decir que esta reforma comenzó en Italia
en el año 1976, en que se aprobó la primera ley de salud mental en el mundo. Otros países, como Brasil, argentina, uruguay, costa rica, méxico,  Venezuela ,etc. tienen hace mucho tiempo sus propias leyes de salud mental       
  En nuestro medio cada distrito debe organizar a los familiares de los pacientes desde los municipios , con las Omapeds, y luego hacer un estudio de los adictos de su zona y sus requerimientos de atención. Este dato debe darse a una comisión amplia formada por : minsa, colegio de psicólogos, colegio médico, universidades y organización de familiares elegido por distritos. Ellos decidirán como se administrarán dichos centros, cerrando definitivamente aquellos que n o califiquen para tal actividad. Las facultades de psicología apoyarán a las Omapeds distritales en la supervisión del trabajo en las colectividades que estén adecuadamente organizadas, cuenten con el personal idóneo y cumplan con el reglamento que debe regir tales centros. La OPS dará los criterios centíficos para su funcionamiento.
          No se puede esperar que la gente se olvide del tema y que se deje todo como está a la fecha.
           Las Omapeds asumirán un programa de salud mental para su distrito, y el congreso hará la ley de salud mental que obligue al ministerio de educación para que se enseñe salud mental en todos los niveles educativos y se capacite a los maestros como vigilantes epidemiológicos de salud mental en cada colegio.
            El minsa se incorporará a la dinámica actual , que impulsa la OPS, para la reforma de la atención psiquiátrica , organizando la red comunitaria , y creando la dirección de salud mental , así como incorparar la salud mental en el proyecto de salud , la salud mental.