Un blog sobre la importancia de que la sociedad asuma y defienda la Salud Mental como un derecho.
viernes, 4 de mayo de 2012
Soy un perrito Pug , 7. Un paseo por calles del distrito
El día lunes los papás se fueron a trabajar . Me quedé con el hermano menor. El estaba en lo suyo, con su computadora y yo en lo mio , conociendo la casa , caminando por las habitaciones y haciendo mis necesidades sin control todavía. Le estaba dando trabajo al hermano menor. Luego me echaba a sus pies para morderle sus sandalias . Es que yo muerdo todo lo que veo cerca de mi, es problema de mi dentadura en crecimiento que me produce comezón y con algo hay que calmarla. Por ratos me quedo dormido , como todo perrito , que cuida de noche y duerme de día. Eso de cuida es relativo, pero si se duerme poco de noche. Pasa la mañana y van llegando los padres del trabajo. Primero viene el papá , cerca de las 3 de la tarde. Ya conozco su pisada, y voy a la puerta falsa para recibirlo. Mi enroscada cola se pone en movimiento , y mis grandes ojos se humedecen de alegría , mi lengua lo lame , mientras me tropiezo con sus pies y el evita pisarme. Me carga, lo lleno de besos y lamidos, también algunos mordiscos en las manos, que no puedo evitar. Vamos al dormitorio y lo festejo mientras se cambia. Si se descuida le cojo su zapato y me lo saco a la sala. En la cama me acaricia y rasca el lomo y yo lo muerdo . Jugamos , le demuestro mi contento de tenerlo de regreso. Luego de jugar un momento , vamos a la sala donde el ve televisión y luego escribe en su computadora, y yo voy y vengo trayendo juguetes que me han comprado. Me asustan los que tienen cara, como un pollo pelado, y seco, que al pisarlo grita . Prefiero el trozo de soga con dos nudos , y los huesos especiales para la dentadura. De rato en rato me mira lo que hago preocupado por que no ensucie . La mamá llega a las 7 de la noche y le pide al papá salir a dar un paseo. Me ponen un arnés de colores y bajamos. Yo voy en brazos de ella. En la calle me suelta y camino delante de los dos . Voy jalando la correa que me retiene de las ganas de salir corriendo como lo hacía en mi casa anterior. Los carros pasan rugiendo como bestias y sus luces se ven como grandes ojos , más grandes que los mios y dan miedo. No avanzo mucho y ya siento el sofocamiento de mi respiración. Saco mi lengua. Ella se para y saca un depósito donde vierte agua de una botella. Yo me acerco y tomo , me gana la sed y con ello me siendo más aliviado. Sigo caminando, pero al llegar a la esquina me detienen. Vienen muchos carros, nadie da paso. Me cargan y aprovechando un atoro , pasamos a la otra vereda. Veo casas grandes. Es totalmente diferente a mi barrio de donde vengo. Vuelvo al suelo y me voy acercando a los árboles para oler quien vino primero, igual con las paredes. Se me ocurre levantar la pata y dejar un chorro de orina por si acaso. A las dos cuadras de salir, me da ganas de hacer deposiciones y me siento. Pujo y salen dos mojones no muy grandes como los que tuve que sortear más atrás. El saca una bolsa y los toma, los lleva en su mano y los deja en un depósito cerca a la pista. Parece ser para ello. Eso no hay en la casa. Veo que lo que hago, lo recogen en papel blanco y lo llevan a la taza para que pase cuando jalan , llevado por el agua. Cruzamos la avenida , yo en brazos, y caminamos otras dos cuadras. Ya no jalo más. Estoy agitado, me siento en el gras. Ellos se asustan al verme así. Me levantan y soplan en mi cara. Ello me alivia, me siento bien. Me dan agua nuevamente. Ya me siento bien. Deciden regresar , pero ahora voy cargado todo el camino de vuelta. La noche nos ha ganado. Regresamos a la casa donde me siento más seguro y tranquilo. Dicen que nosotros no somos mucho de exteriores, preferimos la casa, somos de encierro, y no nos molesta estar cerca a los dueños viéndolos lo que hacen , y a mi edad interrumpiendo su descanso, sentándonos en su cabeza o en su cara, en su cuello o lamiéndoles la cara , si nos soportan. Lamentablemente nos gusta morden manos , pero no hacemos eso a los niños , con los que jugamos bien. No nos gusta que nos apachurren . Disculpen por el estornudo en la cara.
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