jueves, 30 de septiembre de 2010

Contra la cultura del miedo, Salud mental

Un tema frecuente al que recurren los grupos que pretenden tomar el poder y perpetuarse en él, es el miedo. Buscan crear el miedo a la población, aterrorizarlo, llevarlo a una situación de incertidumbre para paralizarlo y con ello tenerlo controlado. Esta practica es típica de los gobiernos dictatoriales o de los que intentan tener el poder a partir del asalto al gobierno, llegar al poder metiendo miedo, levantando falsas historias, generando noticias truculentas, buscando que la gente se desestabilice emocionalmente y teman perder lo poco que tienen, creer que se les va a poner trabas a su desarrollo o se les va a someter a situaciones de riesgo por improvisaciones o incapacidades.
A lo largo de la historia, la humanidad ha asistido a estos métodos terroristas que se expresan de diversas maneras. Unos generando violencia directa, otros manejando los medios de comunicación, dando noticias negativas, alarmistas, denigrando al otro, usando la llamada guerra sucia. Los nazis usaron la propaganda que implicaba mentir, mentir, que algo queda. Se configura toda una estrategia de guerra psicológica, propaganda alarmista, sin fundamento, solo lanzando mentiras, datos falsos.
Una democracia se construye con la verdad , con la paz y ello requiere una metodología de salud mental. Los enemigos de la democracia reniegan de estos valores, se les hace imposible lograr dominar, controlar el poder sin recursos de miedo que buscan permanentemente infundir en la población.
En la dictadura de Pinochet se implantó esta metodología en la sociedad chilena y con ello se la logró controlar por mucho tiempo hasta que un médico psiquiatra llegó a escribir en un periódico una página diaria que comenzó diciendo...."no le tengo miedo mi general".. desde entonces el pueblo chileno tomó coraje y comenzó a construir su libertad, a levantar sus derechos y recuperar la democracia en una confluencia de diversas fuerzas sociales a las que se le llamó la concertación.
Hemos vivido años de terror , de bombas, de secuestros, y ello no podemos permitir que se repita, ni siquiera que se pretenda meter miedo con noticias, con manejo de la información llena de mentiras.
El ciudadano tiene esperanzas, y debe vencer el miedo cuidando, protegiendo su salud mental.
Desde que la OMS señaló la gravedad de la salud mental en el mundo, se tiene que cuidar este tema que se convierte en un tema fundamental, en una tarea de primer orden y que no debe de permitirse que nadie la lesiones, la dañe.
La salud mental está relacionada con un adecuado estilo de vida, con un estado de equilibrio psicológico en una sociedad democrática, que todos tienen derecho a reclamar.
Defender la democracia, es defender la salud mental, es el defender la vida y los derechos humanos . Nadie tiene derecho a pretender atemorizar al pueblo para lograr capturar el poder. Ello es una gran agresión contra el pueblo, es un atentado a su derecho a expresarse sin coacciones, sin temores, libremente, sin presiones de ningún tipo.
El terror tiene que rechazarse venga de donde venga, que sea planificado o ejecutado por cualquier grupo social. Los que la implementan están fuera de la ley, fuera de la democracia y no merecen participar en la sociedad que se construye en paz, con igualdad de oportunidades, con solidaridad, y justicia social.
Aquellos que promueven el miedo merecen rechazo pleno porque ello atenta contra la humanidad, es un atentado a la estabilidad psicológica de las personas y constituye en una grave agresión a la salud mental.
Nada ni nadie debe atentar contra la salud mental del pueblo y quienes lo intenten deben ser totalmente rechazados.
No a la cultura del miedo, si a la cultura de la salud mental. Por una democracia fuerte , libre de temores.

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