El Perú no concurrió a la reunión que convocó la OPS_OMS, en Caracas, en el año 1990, para evaluar la realidad de la salud mental en Latinoamérica y el Caribe. Luego de dicho evento, en el que se firmó un documento llamado la Carta de CARACAS, en el Perú, recién en el año 2004 se publicó un documento llamado Lineamientos de Política en Salud Mental, que es una copia de la CARTA y luego, en el año 2005 se elaboró un plan de salud mental y estrategias de acción en salud mental. Ninguno de dichos documentos se han implementado y vivimos en las peores condiciones de salud mental . Lo curioso es que el Instituto de Salud Mental Honorio Delgado- Hideo Noguchi, hizo los mismos estudios sobre la incidencia , llegó a las mismas conclusiones que la OMS, pero nada de ello sirvió para implementar algo en salud mental. En el 2005 se realizó la reunión de Brasilia, nadie en el Perú conoce sus acuerdos, como no se conocen otras resoluciones de la OMS.
Hoy, que se va a realizar la reunión de Panamá, para evaluar los 20 años de la aplicación de la Carta de Caracas, los días 8,9,y 10, van a representarnos 6 delegados del MInsa y 2 de la OPS. De los 6 , dos son de la defensoría del Pueblo y dos directores, un director del MInsa y el otro es desconocido. Ninguno de los concurrentes son conocidos por haber hecho algo a favor de la salud mental en el país. Uno de ellos estuvo en la dirección del Instituto de salud mental en el año 1990 y no concurrió a CARACAS, hoy concurre sin mayor problema pese a haber sido miembro de un gobierno que atentó contra los derechos humanos de los enfermos mentales. Un estudio de esa época mostró que en LIma deambulaban de hambre y frío más de 600 pacientes desalojados de los hospitales LARCO hERRERA Y VALDIZÁN.
Lo grave es que en ésta delegación no se han invitado a miembros de la comunidad. A pesar de que hay organizaciones de familiares y civiles que trabajan en éste campo. Tampoco van las Omapeds. Es decir que se viola el espíritu de la Carta de Caracas y del informe del 2001, en el que se da una amplia participación a la sociedad .
Ello muestra lo cierto que estuvo Michael Foucoalt, cuando dijo que " la desgracia del enfermo mental es que el burgués no se identifica con él. Igualmente Giovanni Jervis, diría que..." si es la sociedad la que trae al paciente al hospital, debe de participar en su atención.
Me temo que los que van a dicha reunión se van de paseo, por cuanto el gobierno no tiene voluntad política para atender la salud mental. Su ignorancia es tal que no se da cuenta que todos los problemas psicosociales que padecemos están entre los temas de salud mental.
Lo cierto es que poco se puede esperar de esta representación, más aún si se ha dejado a la sociedad civil que es la que logró la Ley 27050 y su modificatoria y viene proponiendo otra y promueve una ley de salud mental.
Definitivamente, la salud mental va a cambiar, en el país, cuando la sociedad civil se decida a salir a defenderla en las calles y lleve al congreso su proyecto de ley. Un ejemplo son los fonavistas.
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