Países como , Finlandia, Noruega, Suecia, privilegian la educación de su población y con ello han creado una sociedad del bienestar en el que la salud como la educación es un derecho esencial del ser humano.
Todo lo anterior nos demuestra que quienes se oponen al aprendizaje de un niño está cometiendo un delito de lesa humanidad. El hombre posee 180 mil millones de neuronas, y cada una de ellas tiene posibilidades de relacionarse con otras cinco mil lo que da una capacidad cerebral equivalente a un número de más de 9.7 millones de kilómetros. Ello significa que el hombre está determinado a desarrollarse llegando a niveles superiores pasando desde la información, por el conocimiento hasta la cumbre de la sabiduría.
Todo aquel que se opone a la educación de un niño lo está condicionando al deterioro y logrando que no llegue a alcanzar su meta como ser humano integral.
Todas las Cartas Constitucionales de las naciones civilizadas, señalan claramente el derecho del ciudadano a estudiar y hacerlo de manera gratuita y universal. El estado debe de garantizar éste supremo derecho y por ello se tiene que castigar a quienes se oponen a él.
Como lo señala Cesar Vallejo, "tenemos derecho a ser felices, y gozar de la vida, pero para lograrlo tenemos que tener un conocimiento científico e integral de la vida". Ello deja claro que quien nos priva de la información para la vida, nos está privando de la felicidad y del gozo de vivir diariamente.
Todos los miembros de la sociedad tenemos que protestar enérgicamente si alguien atenta contra éste derecho humano esencial. Dejar a un niño sin estudio, es llevarlo a una condición de alto riesgo, quedar expuesto a sufrir una serie de trastornos, enfrentar graves dificultades en su vida, y por todo ello no cumplir su fin último , el de alcanzar un nivel humano superior de sabiduría con calidad de vida y plena salud mental.
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