jueves, 20 de enero de 2011

Un aniversario más de la Asociación 20 de Enero, de apoyo a los pacientes de Hansen (Lepra)

El año 1968, el gobierno militar cierra el hospital de Guía en el que se trataban los pacientes de Lepra. Unos fueron llevados a la Unidad de Enfermedades Tropicales de Cayetano Heredia y otros salieron a buscar donde escapar de las miradas de la gente. Hubo discusiones entre las universidades Cayetano y San Marcos para ver quien se quedaba con los pacientes, ya que había apoyo económico de fuera para actividades de investigación y docencia . Gano la privada. La República Militar de Malta levantó el nuevo centro de atención que incluía otras enfermedades tropicales.
El año 1978 viene de Trujillo a Lima a estudiar la especialidad de Psiquiatría. Dejé la plaza de médico psiquiatra nombrado en el hospital central de Chiclayo por querer tener un título de especialidad. Como tenía amigos en la residencia médica me hospedé allí para poder enfrentar el alto costo de vivir en Lima. Había dejado un puesto de 40 soles por uno de 12 soles mensuales.
Un día que hacía mis practicas de consulta externa en el hospital del Rimac, ví una interconsulta para atender a una adolescente en la unidad de tropicales. Fuí hacia el lugar. No encontré a la enfermera y pasé por un largo pasillo en busca del ambiente d, y la cama 10. En la cama 1 tejía una señora delgada que no se molestó en mirarme. LLegue a la cama , miré atentamente. Había una persona tapada totalmente . La llamé por su nombre, Elizabeth, repetí varias veces , levanté la frazada y vi un rostro enrrojecido con unas pustulas en toda la cara. Le dije que era el médico, me miró con sus ojos vidriosos por la fiebre y el sudor que perlaba su frente. Al verme soltó muchas lágrimas y  se volvió a tapar. Salí y en la puerta la señora me dijo ..ha venido a ver a los zizurros, yo le pregunté quienes eran ellos, y me dijo, somos leprosos, y se rió. Traté de no mostrar mucha sorpresa y ella me dijo, ha venido a ver a la chica nueva, la pobre llora, no duerme , está deprimida, la han traido recien del hospital loayza. Siguió hablando y me dijo que todos los que estamos en este lado somos leprosos, son 5 cuartos, con diez camas cada uno. Ahora solo estamos 20 , agregó amable. Seguía tejiendo mientras hablaba, mnostrando sus dedos como garras y su rostro leonino . Algunas vez leí sobre el tema y supe de esos rasgos característicos.
Desde ese día concurrí todas las tardes, luego de mi entrenamiento en el Larco Herrera, a las 6 , cuando el sol caía y antes de la cena. Conversamos mucho. Muchas más personas se acercaron al lugar y por ser tantos nos pidieron que nos retiráramos de la unidad. Acordamos formar una asociación, coordinamos con el sindicato de trabajadores del hospital y elegimos a la primera junta directiva que la presidí. Decidimos irnos al viejo hospital del guiá a sesionar todos los domingos por la mañana. Allí fui, acompañado de mi novia y futura esposa a que comprometí a trabajar juntos por ellos. Nació nuestro hijo y seguimos yendo. Igual fuimos al Congreso nacional , visitamos periódicos, revistas, y oficinas de congresistas. En ese entonces contamos con el apoyo de Meza Cuadra, Diez Canseco, Bernales, y otros. En el año 1986 logramos sacar una ley a favor de la asociación. El objetivo era usar el ex hospital de Guía para crear un centro habitacional transitorio de capacitación laboral y rehabilitación. Cayetano no aceptó. El día de la última sesión del congreso, en el mes de diciembre de ese año, el presidente de la comisión de economía no quería firmar la ley para que pase al pleno. Meza Cuadra nos apoyo para que ingresen todos los pacientes a la oficina del congresista , mientras en la plaza Bolivar esperaban otros tantos. Este al verlos se animó a firmar. Pasó al pleno y lo aprobaron con la única abstención del Dr. Trelles Montes, que señaló que los leprosos tenía en la selva su lugar. Allí a donde los fue a visitar el Che Guevara.
Al no tener ayuda han usado el local como cochera y con ello sobreviven, más alguna ayuda del ministerio de salud. Hoy tienen hijos y otras necesidades.
¨Pasaron varias juntas directivas , pero ningua fue registrada en registros públicos, por lo que el año pasado, 2010, me pidieron, luego de 32 años que vuelva a ser presidente, pero que ellos tendrían una junta directiva interna. Acepté, se hicieron los papeleos.
Hoy, la oficina de bienes del Estado les ha enviado un documento pidiéndoles que desocupen el lugar. Ellos han interpuesto un recurso de amparo por violacion a sus derechos humanos, con apoyo del colegio de abogados de Lima.
Nunca los apoyó el gobierno de turno, salvo una que otra donación de siempre. El alcalde de San Martín de Porres fue el que intentó desalojarlos para vender el terreno a un supermercado. El terreno vale mucho para las inmobiliarias. Hoy han reiniciado la lucha por un lugar donde vivir.
Toda su vida es una lucha, uno de ellos me dijo que vivian muriendo.
Elizabeth, se casó con un personaje que vivía por la zona , y hoy tiene tres niñas hermosas. Ella va por la ciudad vendiendo sus mercancías para mantener a sus niñas, nadie sabre de su drama. Ella hoy sonrie a la vida, pese a todo.
Esta historia me llevó a escribir la novela Los Olvidados. Ellos me han enseñado que en la vida solo el que lucha sale adelante , a pesar de todo. Hoy trabajamos por los derechos de las personas con discapacidad mental y la salud mental de la sociedad en general. Ellos seguirán luchando , con mi compañía.

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