El año pasado fuí sorprendido con la presencia de nuestros amigos de la Asociación 20 de Enero. Venían para conversar sobre la reactivación de la asociación. No es que no haya estado funcionando , si no que las anteriores juntas directivas no las habían inscrito en el registro público y les pedían , que para ésta última que habían elegido tenían que llevar el registro con la firma del último presidente inscrito. Resulta que era yo. Hicimos varias idas y venidas al notario y todo quedó listo. Pensé que ya todo estaba en orden , cuando me dicen que me habían reelegido por decisión mayoritaria. Volvía a ser presidente después de casi 27 años .
El grupo ha ido disminuyendo por el fallecimiento de algunos de sus fundadores, pero sigue en la tarea de lograr su reinvindicación en la sociedad .
La noticia última era que bienes nacionales les había enviado una comunicación pidiéndoles que entregue el local. También llegó edelnor para colocar una central en el lugar que ellos ocupan. Algunos accedieron otros no y ello generó discordia. Lo de bienes nacionales fue movido por el alcalde de San Martín de Porres que quería hacer departamentos o un nuevo supermercado. Todo ello ha quedado en suspenso con el cambio de gobierno.
El reencuentro con Hernán, ha sido de mucha alegría y digno de encomio. Nos cuenta que desde hace años tiene una pareja con dos niños a los que el reconoce y ayuda en sus necesidades. Para ello sale de la ciudad en su silla de ruedas y en el terminal de Fiori, todos los inicios de mes toma un bus interprovincial que lo lleva caleteando hasta Tumbes. En cada ciudad baja a vender sus caramelos y chocolates. Permanece en ella una o dos semanas , a veces solo unos días, y así termina en la frontera norte de nuestra patria haciendo lo que todo padre debe hacer , trabajar para mantener a sus hijos y su familia. Regresa a fin de mes puntualmente para dejar lo ganado , descansar algo y retomar el viaje de trabajo mensual. Ello lo ha alejado un poco de las tareas de la asociación, pero no deja de apoyar en sus acuerdos .
Hay algunos nuevcs integrantes, gente que va llegando de la selva o que viviendo en Lima recién se integra al grupo.
Todavía tienen el sistema de arriendo para cochera , con lo que cubren algunas necesidades mínimas ya que algunos tienen hijos en edad escolar .
No tienen ayuda de nadie . No muchos los conocen. Alguna empresa podría dar parte de sus impuestos para que ellos tengan calidad de vida, pero no hay forma de contactarse con ellos.
La vida para ellos es de permanente lucha, ignorados por la sociedad. Los que se agravan van al hospital Cayetano Heredia y al salir , tienen que resolver sus necesidades cada uno.
Algunos, se han mimetizado en la sociedad y hacen negocios , participan en grupos , sin que nadie tenga claro de el porque de sus deformaciones de cara o manos, que ellos disimulan con guantes o pinturas, tratándose de mujeres. Los niños van al colegio sorteando la posibilidad de que los identifiquen como hijos de tal grupo y los marginen.
Se hacen colectas para muchos, todos con justa razón , a pesar de que la salud como beneficencia es un hecho pasado. Ellos nada de ello reciben debido poner su trabajo como único medio de sustento , a pesar de todo.
Hoy ellos no llevan campanitas en el cuello para anunciar su presencia, tampoco los aislan en centros especiales, como lo de la selva que ya hoy es una ciudad abierta. Lo cierto es que aún viven marginados, ignorados, ni el Inabif se acuerda de ellos. Salvo una que otra religiosa.
Seguiremos apoyándolos, dándoles nuestra compañía hasta un nuevo aniversario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario