viernes, 27 de enero de 2012

Hermanos en conflicto y la salud mental

         


          Hablábamos ayer de que el cambio profundo en educación solo se dará cuando se enseñe salud mental en los colegios. Otros quieren que se enseñe sobre terrorismo, otros sobre ciudadanía, otros sobre drogas, otros sobre sexualidad, otros que se incluya educación militar, otros que se enseñen valores, otros que se haga más deportes, otros que se enseñe más artes, etc, etc, por otro lado hay preocupación por que los alumnos no entienden matemáticas ni lo que leen.
        El tema central es la formación para la vida. Ello involucra mucho de lo anterior, de todos estos temas aislados que muchos desean que se incluyan. Ello solo se logrará con salud mental.
       Un tema que viene siendo reiterativo, es el conflicto entre hermanos. Hay dos mujeres sentenciadas y dos hermanos que desean que se haga justicia, con más tiempo de encierro. También hay dos hermanos disputándose un camal, que de ves en cuando hace noticia.
      Estos ejemplos , de los los que hay muchos más, son demostrativos de que se necesita de manera urgente  preparar al hombre para desarrollarse como seres humanos y personas integrales. Ello impediría que estén presas ellas y que los hermanos no deseen para ellas más años de encierro.
     Es que lo esencial del ser humano son sus relaciones sociales. Precisamente , los trastornos mentales lo que hacen es que se dañe la capacidad de relacionarse entre las personas. Un ser humano solo es tal frente a otro ser humano. El paciente con trastorno mental grave es el que no se relaciona ni con  los objetos ni con las personas de la sociedad , lo que los lleva a un deterioro.
     Por ello es que se ha planteado la gran reforma de la atención psiquiátrica , porque se necesita que las personas que sufren problemas mentales ya no pasen tanto tiempo encerradas y para ello es importante formar toda una red de atención comunitaria y que haya grupos de apoyo para que estas personas logre inclusión social e igualdad de oportunidades , a la vez que se respeten sus derechos humanos.
     La primera relación se da cuando el niño recién nacido  es puesto en pecho de la madre , este ha de succionar el pezón y la madre producirá leche que lo nutre y luego sentirá los latidos del corazón de la madre, sentirá su calor corporal, la madre pasará sus manos suaves por su cabeza y tomará sus dedos uno a uno , y le susurrará una canción de cuna . En la relación entre dos seres humanos se da una comunicación, se trasmite algo, y el cerebro del niño va organizándose , sus neuronas se van conectando y se forman progresivamente las sinapsis que llegarán a ser más de dos billones, por la unión de cada una de las 180 mil células cerebrales, con otras cinco mil de ellas, para facilitar el intercambio de información entre ellas , a través de las sustancias quimicas llamadas neurotransmisoras que son liberadas en ese espacio virtual y luego captadas por las formaciones en la pared de la otra neurona receptora llamada  precisamente neurorreceptor. Así se va almacenando información que es guardada por las neuronas como memoria y que se convierten en fenómenos psíquicos , cuando el hombre los necesita , y que constituye la gran maravilla semiótica del cerebro a nivel del lóbulo frontal en el que lo cuantitativo se hace cualitativo, la señal se convierte en signo. Todo un misterio aún, pero que es la esencia de lo humano. Su mundo interior que viene de fuera como señal.
      Todo ello solo se logrará formar por la forma como tratan al niño, o a los niños, la información que les dan en el colegio y en su casa, con las palabras, y todas las señales de las materias estudiadas en especial las de salud mental. Madres y padres que pasaron por el colegio y que también se formaron en salud mental, podrán ser capaces de formar a sus hijos con esos mismos criterios.
         Hoy se forma a los hombres, para tener, no para ser. Ello es esencial entender. Ser un buen ser humano, ser una buena persona, un buen ciudadano, luego un buen hijo, un buen hermano, un buen esposo, un buen padre, y con ello una buena pareja, una buena familia y una buena sociedad.
       Todo ello es el cambio profundo que necesitamos y es lo que propone la OMS desde el 90 en la Carta de CARACAS, EN EL INFORME DEL 2001, Y EN LA REUNIÓN DE BRASILIA DEL 2005 Y EN LA REUNIÓN DE PANAMÁ DEL 2010. Es lo que hay que hacer para cambiar todos y con ello cambiar la sociedad, lejos del terrorismo, de la pobresa y con igualdad de oportunidades para todos.

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