Todavía estamos en la carretera. Me da miedo el movimiento y la gran cantidad de máquinas que se mueven de ida y venida por esa cinta negra que se pierde en ambos lados ,sin fin. Me preocupa que se molesten porque les estornudo en la cara. Ellos se ríen como una gracia y yo les lamo la cara de alegría. Lo que pasa es que tengo una nariz chata, pegada a mi cara. Un día, más adelante, paseando por la calle uno que lavaba carros me gritó ñato al verme . Estábamos al mismo nivel del suelo, mientras el limpiaba las ruedas. Tengo un canal nasal muy corto y fosas muy abiertas que se congestionan rápido . Por ello también ronco en la noche y tengo un ruido peculiar cuando camino . Todo ello lo van constatando mis nuevos amigos y amigas y les llama la atención , se llenan de preguntas sobre lo bueno o malo de todo ello. Felizmente que avanzamos y nos alejamos de donde nací. No crean que no me da nostalgia dejar mi casa, mis grandes ojos , otro de mis características, se humedecen y trato de no pensar en que dejo a los míos por otro hogar , aún incierto. Hablan de que viviré en miraflores, no se donde queda ello, pero en un departamento, algo así como más arriba de donde vivía, y con menos espacio, sin tierra ni plantas donde hacer mis necesidades. Ya me enseñarán a usar el ambiente porque de que ensucio, si lo hago , ello no lo voy a negar , pero también aprendo . Los veo que se sacuden la ropa porque les voy dejando mis pelos . Soy de color albaricoque . Otros son blancos y otros todo negros. El color mio es más común , según he escuchado en mi casa en las conversaciones con otros que también vinieron a verme para ver si me llevaban con ellos. Lo bueno es que como poco. Siempre me han dado comida preparada , de esos con bolsas verdes o rojas. No consumo más de 150 gramos al día, en dos o tres porciones y me puedo contentar con una sola. Bueno, alli tienen, van a ahorrar conmigo. Ni siquiera me interesa la comida casera, así que los dejaré comer tranquilos , no les pediré lo que les guste. Eso si ,si me dan algo , me puedo acostumbrar, no es culpa mía. Alguien dice que nos creemos seres humanos y queremos hacer todo lo que los humanos hacen. Lo cierto es que nos gusta estar donde el humano está. Somos muy pegados a la gente, nos gusta compartir , no dejarlos solos. Solemos dormir en sus camas , lo cual será bueno para ellos porque les daremos calor y protección. Claro que no soy perro guardian, pocos me van a tener miedo , pero si aviso si algo no está bien o viene alguien . Si es conocido, me alegro mucho y a veces me excedo, saludo primero y me acaparo la atención del visitante. Es que me gusta ser acariciado. Tengo un olor especial, no muy fuerte, pero se puede controlar con un espray desodorante y de color agradable. Soy casero, poco me gusta la calle. Si salgo no camino mucho, mi dueño tiene que llevar agua para ir bebiendo de rato en rato y una bolsa plástica para recoger mis regalos que dejo salir de pura necesidad. También voy levantando la pata para ir marcando , eso que llaman mi territorio, es para no perderme , si el que se pierde o lo roban es mi amo o ama. Eso si no me hagan caminar bajo el solo porque me ahogo y me puedo morir . No le tengo miedo a los animales grandes, juego con ellos, pero busco a mi amo cuando me canso y el otro se quiere pasar chancandome o a veces mordiendome. No me bañen mucho, no es que tenga miedo al agua, solo que me hace daño, me resfrio fácilmente. Es bueno que me mantengan la cara limpia porque se me acumula polvo en mis arrugas . Mis ojos grandes necesitan cuidado especial. Si me pasan un algodón con agua tíbia me ayudan mucho y me sacan las legañas. No crean que si te las pones en tus ojos puedes ver fantasmas , como nosotros, eso son leyendas urbanas o mejor aún cuentos de las abuelas rurales.
Bueno les dije de un tirón todas mis virtudes y defectos. Preferible es ser sincero , para no tener sorpresas luego y me pretendan devolver por no haber sido advertidos antes. Sería bueno si los nuevos amos también fueran como yo y me dijeran como son ellos. Tienen suerte de que yo no entiendo la televisión y tampoco he leído el poema de San Francisco de Asis y el Hermano Lobo. Dicen que ya estamos en miraflores. No veo muchas flores , apropósito del nombre. Más son carros que me dan miedo y me ahogan con su ruido y humo. ¡A donde me han traido a vivir! Puro edificio ,sin árboles como donde nací.
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