miércoles, 25 de julio de 2012

Soy un Perrito Pug. 29. Mi labor de vigilancia

Se ha dicho que , como perrito , soy un individuo casero, que no tengo mucha actividad más que de compañía. Por mi parte me gusta vigilar la casa. Realmente se me ha dado por no dejar pasar a nadie frente a la casa, pese a que vivimos en un edificio. Hay un gran ventanal de la sala a los corredores internos, que llevan a las escaleras . Por allí van a los diversos pisos. Basta con que escuche pisadas para que , aún esté durmiendo , salto de la cama y me tiro contra la puerta de vidrio, jalo la cortina y me asomo por la ventana. Se que apenas logro apoyarme en el muro del ventanal, pero ello mismo es una ventaja porque me permite estar seguro, sin caerme , firme y poder ladrar, a los que osan acercarse. Cierto es que aún se ríen de mi, al parecer no me toman en serio, será porque me ven pequeño y porque mi ladrido no es muy ronco debido a mis nueve meses. Todo ello va en desventaja a mi labor y me descubre como cachorro . Realmente para mi no es problema, lo tomaré como un ensayo para la etapa de adulto, aún cuando dicen que los adultos Pug, son muy pasivos y pasan la mayor parte del tiempo reposando a los pies de sus amos. Bueno, el que no me hayan tomado en cuenta dio como consecuencia el que robaran en el edificio. Rompieron el candado del garaje y se llevaron el asiento de una moto. Lo más atrevido es que llegaron hasta el tercer piso y trataron de llevarse una bicicleta , la cual por estar con una cadena y candado, no se la pudieron cargar. Yo sentí ese trajín de los delincuentes y me desgañité ladrando, más nadie salió a ver que pasaba. Lo que pasa es que otras veces exagero , cuando no hay nada y como dice, tanto decir el lobo, el lobo, que ya no te creen y te lleva el lobo.
       Bueno , yo hago mi labor todas las horas del día , incluida la noche. Como en la noche les molesta a mis  amos, han tomado las medidas de cerrar la puerta del cuarto y también jalar un mueble para que no coche contra la puerta y luego pueda ver por la ventana , jalando la cortina. Ello ha limitado mi labro de la  noche y mejor me duerno de corrido, sin hacerme responsable de  lo que pase en el edificio. Si roban no podrán decir que por las puras tienen perro.
      A veces pienso que exagero porque armo gran escándalo cuando sube mucha gente , y es debido a que arriba vive gente joven y tienen muchas visitas. Es para mi muy difícil distinguir quien es dueño y quien es visita o un  potencial ladrón. Mis padres dicen que debo de callarme, primero porque los vecinos se van a quejar ante el municipio y segundo porque van a terminar robándome a mi debido a que soy muy chico y muy cariñoso con la gente extraña, lo cual es una gran contradicción . Cierto es que cuando viene un joven con un encargo por deliveri, me salgo a la primera y me comienzo a bajar las escalinatas , junto con él . Ello hace que mis padres se desesperen y tengan que ir tras de mi, y yo, muy fresco sigo bajando con la idea de que vienen para acompañarme al parque cercano. Lo único es que se trata de una farsa porque no llevo mi arnés , ni ellos sacan la mochila con el agua, y menos las bolsas con las que tienen que recoger mis heces que, aún que haya hecho en la casa, me provoca hacer fuera .
      La tarea de vigilancia me la he tomado muy en serio, también porque todos salen a trabajar en la mañana y me da algo el que yo me la pase dormido toda las horas y ellos vengan , cansados de su labores cotidianas en sus oficinas, y a mi me encuentre bostezando  y legañoso , con los ojos rojos de tanto dormir.
     Les molesta si que , estando ellos en casa, me ponga muy empeñoso en ladrar, sin importarme que están viendo televisión, o tienen visitas . Me la tomo tan en serio que no respeto y paso por encima de ellos, me subo a los muebles, voy de un sitio para otro ladrando y corriendo, mostrando que soy bueno para la guardianía , y que mientras estén en su trabajo pueden estar tranquilos , que no les robarán . Incluso que pueden dormir tranquilos, porque yo me encargo de velar sus sueños. Esto último, si no me lo creen por nada. Finalmente mi labor de vigilancia la intercalo con una hora de sueño y una media hora de labor seria, mientras juego con alguno de ellos , lo que interrumpo  bruscamente ,  para ladrar algo. Con ello muestro que acá no pasa nadie sin que yo no me de cuenta y a mi nadie me sorprende.    

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